La respuesta es…
Depende.
El equilibrio emocional es una meta que muchos nos
proponemos. Antes que nada, es importante saber que equilibrio no es lo mismo
que perfección, que incluso siendo totalmente realistas, no se refiere a una
estabilidad permanente. Se refiere mejor dicho a saber gestionar las emociones
que experimentamos con los sucesos de la vida. Si logras esto último, seguro que
en tu labor de crianza se reflejará.
Sin embargo, a veces no sabemos cómo.
Durante la crianza de los hijos, las emociones están a flor de piel, el estrés,
el cansancio además de frustraciones nos ponen en jaque. Y cuando en disciplina positiva decimos que
hay que educar desde el respeto y el amor, muchas veces confundimos con la
falta de límites, nos ciclamos en el ciclo de la reacción ante la frustración.
Nada más equivocado. Lo que estamos sugiriendo es el poder ser firmes sin dañar
emocionalmente, evitando la expresión explosiva del enfado y la frustración.
¿por qué nos cuesta tanto cambiar de paradigma?
¿por qué aun creemos que para educar bien hay que hacer sentir mal?
Hay muchas razones, pero las más
comunes son las siguientes:
- . Los introyectos bien marcados de la crianza: inconscientemente tendemos a actuar conforme a estas creencias. También reflejamos lo que experimentamos como hijos.
- . Nos asusta la falta de control: creemos que, si perdemos autoridad, no podremos controlar ni a los hijos ni a nosotros mismos.
- . La presión externa: con frecuencia nos sentimos juzgados por los demás y esa presión es tan fuerte que preferimos continuar con patrones que por lo menos son aceptados.
- . No nos cuidamos lo suficiente: no reconocemos nuestra debilidad, o la necesidad de hacernos responsables de nosotros, antes que a otras personas. Sin descanso físico y mental será muy difícil de intentar otra forma de criar que no sea reactiva.
- . No analizamos que criar y disciplinar es dar herramientas a futuro, hay que ver más allá de la conducta.
- . Desconocimiento.
En una serie de post estaré de
pequeñas estrategias que te ayudarán a ir implementando la disciplina positiva:
limites desde el respeto, así como herramientas para que tú también puedas
manejar tus emociones. Recuerda que una mamá bien cuidada dará lo mejor de sí.