¿Será congruente pedirle a alguien que logre o haga lo que uno no hace?
Curiosamente es lo que hacemos con mayor frecuencia con los niños. Les exigimos que controlen su conducta y/o emociones, cuando nosotros no somos capaces de hacerlo.
Es por ello que te invito a que también trabajes con tus emociones. Crea tu propio tiempo fuera cuando te sientas sobrepasado, o que tu paciencia está llegando al límite. Tu cuerpo te habla cuando eso esta por suceder, pero desgraciadamente no prestamos atención y caemos en el ciclo de la reacción, en vez de detenernos y pensar mejor la situación.
Si no puedes retirarte de la escena, basta con que te des la oportunidad de respirar profundo…o incluso el ya conocido contar hasta 10…
Las palabras
dichas en un momento de rabia no tienen regreso, vale la pena evitarlo, y si en
algún momento cometes un error por ello, no olvides disculparte sinceramente y
volver a intentarlo la próxima vez.