No existen recetas
para ser padres perfectos.
Porque no existen.
De alguna forma vamos aprendiendo día a día a ejercer con todo el
amor del mundo nuestra paternidad/maternidad. Sin embargo si hay
algunas pautas que nos ayudarán a mejorar nuestra labor día a día.
Hoy te presento tres
estrategias que te ayudarán a crear un entorno positivo.
Es importante aclarar antes que al decir positivo no estoy refiriendome a un ambiente perfecto. La vida presenta altibajos, y podemos cometer errores, que a final de cuentas, si todo lo hacemos desde el amor, terminan siendo aprendizajes.
Es importante aclarar antes que al decir positivo no estoy refiriendome a un ambiente perfecto. La vida presenta altibajos, y podemos cometer errores, que a final de cuentas, si todo lo hacemos desde el amor, terminan siendo aprendizajes.
1.
Hacer o mostrar lo que esperamos que ellos realicen. Acércate a tu
hijo y muéstrale lo que tiene que hacer, en vez de decir repetir la
orden una y otra vez desde lejos, esperando que “obedezca”
rápidamente. Te ayuda a tener mejores lazos, a quitar la visión de
imposición y aumentar la de colaboración. Las obligaciones son
necesarias, pero desgraciadamente las vemos más como lucha de poder
que por disciplina positiva y responsabilidad.
2.
Crea rutinas y recuérdale qué es lo que habían acordado. Ejem. Tu
hijo se levanta de la mesa al terminar de comer y va directo a jugar,
entonces le podemos recordar “¿qué es lo que tenemos que hacer
después de comer?” Si tu hijo es pequeño, funciona hacer un
cartel donde vengan dibujos o imagenes muy vistosas que simbolicen
las principales rutinas del día.
3.
Darte un TIEMPO
FUERA a
ti como adulto. Nos sirve para
calmarnos y actuar pensando en lo que vamos a hacer y decir, evitando
las luchas de poder y
lo más importante, gritar o herir SIN NECESIDAD a nuestros hijos,
que a final de cuentas, son un reflejo de nosotros mismos.
Si
te interesa más sobre el tema puedes buscar información de Jane
Nelsen, experta en Disciplina Positiva.